Mejorar la seguridad en el hogar es una de las grandes preocupaciones de cualquier persona. Para evitar cualquier incidente, para garantizar una comodidad y un bienestar totales, para dejar las preocupaciones fuera, no hay nada como tener la total certeza de que la casa está perfectamente protegida. Pero, ¿cómo conseguirlo? Esa es una de las grandes incógnitas a las que se enfrenta toda la población, sobre todo cuando tienen que estar fuera de casa durante varios días.
Las estadísticas oficiales dan pie a la preocupación. En 2018 se registró un aumento del 2% de los robos con fuerza en los domicilios españoles, según datos recogidos por el Ministerio de Interior. Aunque el número de hurtos en general sigue una tendencia que disminuye, el de la violencia y allanamiento en casas sigue creciendo.
Y es que existen métodos que sirven para evitar todos estos problemas, sobre todo si miramos hacia el mundo de la cerrajería. Los grandes expertos en este sector lo tienen más que claro: reforzar la seguridad de la puerta del exterior de tu casa es la mejor forma de evitar cualquier problema. Si consigues que esa puerta sea algo imposible de abrir sin su llave, la protección de tu hogar será mucho mayor que siguiendo cualquier otra técnica o método.
Antibumping y puertas blindadas, la combinación perfecta
Las puertas blindadas o acorazadas se han convertido ya en todo un estándar en las viviendas modernas, aunque hay hogares en los que todavía no se ha recurrido a estas. Son puertas con un grosor mayor de lo habitual, que cuentan en su parte central con una lámina metálica que impide cualquier manipulación. Más pesadas, más robustas y más caras, sí; pero también mucho más seguras que cualquier otra opción a la que recurrir.
Aun así, no son una garantía total frente a la entrada de okupas o de ladrones. Si realmente se quiere conseguir algo que derroche seguridad, es necesario centrarse sobre todo en la cerradura. Existen muchas técnicas para forzarla, desafortunadamente, pero también existen formas de evitar que terceros no deseados logren romperlas para colarse en tu hogar. Como muestra están las cerraduras antibumping.
¿En qué consisten la cerraduras antibumping?
El nombre de este tipo de cerradura proviene de una técnica conocida como «Bumping». Esta consiste en conseguir la apertura de la cerradura sin necesidad de utilizar la llave que le corresponde y sin forzar nada. La clave está en utilizar una llave manipulada de una forma específica y golpearla para que provoque el movimiento de los pistones del cilindro de seguridad (el espacio donde se introduce la llave) de la cerradura .
De esta forma, a base de golpes, se consigue hacer que todos los pistones salten al mismo tiempo y, de esta forma, el sistema lo interprete como que se ha introducido la llave correcta. Todos van a las posiciones que les corresponden, aunque sea de forma aleatoria, permitiendo así el giro de la llave y, consecuentemente, la apertura de la puerta.
En base a eso, la cerradura antibumping está diseñada específicamente para que este sistema no funcione en absoluto. Aunque su cilindro no es 100% infalible, sí que ofrece una resistencia mucho mayor al bumping. De hecho, es muy difícil sortear su seguridad con esta técnica, haciendo que resulte prácticamente inservible.
Algunos modelos cuentan, además, con protectores magnéticos que tapan por completo la ranura donde se inserta la llave. Solo pueden abrirse por parte de los que habitan en la casa, ya que cuentan con el sistema idóneo para retirarlos. Esto impide que terceros que no tengan las llaves originales puedan entrar y, por tanto, que sea imposible utilizar esas manipuladas para romper la seguridad mediante el bump.