Los asaltos a viviendas son muy comunes en las grandes ciudades, y también en otras localidades, en especial a través del método conocido como bumping. En los últimos años estamos asistiendo a un incremento en este fenómeno delictivo. Las bandas organizadas se han especializado en los robos a viviendas y esto se debe a que utilizan técnicas novedosas para acceder al interior de las propiedades sin ni siquiera dejar rastro.
En España, la mayoría de cerraduras incluyen un sistema de seguridad bumping, que es fácilmente vulnerable por parte de los asaltantes. En apenas 30 segundos, cualquier persona utilizando una llave especial y haciendo un poco de presión sobre ella, puede desencajar los pistones y abrir la puerta.
El gran problema del bumping es que es un sistema muy vulnerable y no deja rastro de que la cerradura ha sido vulnerada, de modo que muchas empresas aseguradoras no consideran estos casos como robo, a no ser que haya habido un forcejeo suficiente en la cerradura.
¿Cómo podemos protegernos del bumping?
Aunque todo parezcan malas noticias, la realidad es que existen algunas medidas de seguridad para conseguir cerraduras resistentes a este método de asalto. Una de ellas es sustituir los bombines de la cerradura e instalar cilindros anti-bumping, que están fabricados para evitar que esta técnica consiga activar y desencajar los pistones de la cerradura.
Además de esto, otro modo de evitar asaltos por bumping es instalar un escudo protector para evitar que los ladrones sepan cuál es el tipo de llave a usar para llevar a cabo el bumping de manera exitosa y evitar que utilicen otras técnicas como el taladro.
Por último, además de estas medidas, es aconsejable instalar cerrojos complementarios en el interior de la puerta o bien apostar por cerraduras más novedosas y seguras como las cerraduras electrónicas, que no necesitan llaves para ser activadas.