Un informe publicado hace algunos meses por la UCES (Unión de Cerrajeros Españoles) alertó acerca de la falta de seguridad que tiene una gran parte de las cerraduras que hay instaladas en nuestras puertas. De hecho, se calcula que más del 75 % de estas tienen una antigüedad superior a los 15 años, o no cuentan con resistencia suficiente para evitar que un ladrón la fuerce con facilidad. Por ello, es imprescindible echar un vistazo a la cerradura que tenemos colocada en la puerta de nuestra vivienda o negocio. De ello dependerá que podamos dormir tranquilos.
Teniendo en cuenta que un ladrón siempre buscará una cerradura que no le dé mucho trabajo, y que si se da cuenta de que va a tener que pasar algunos minutos más de lo que le gustaría intentando abrir se irá a otro sitio, cambiar la cerradura por una más segura es la mejor opción que tenemos. Además, también puede que por algún motivo tu cerradura actual se haya estropeado o no funcione del todo bien. Aprovecha para sustituirla y reforzar tu seguridad.
¿Qué tipos de cerraduras hay?
Antes de hacer una elección, conviene conocer el funcionamiento de una cerradura para saber cuál es la que más nos conviene. Básicamente todas funcionan igual: solo se abren cuando se introduce la llave adecuada, fabricada para alinear los elementos responsables de cerrar la puerta en los puntos indicados. No obstante, algunas disponen de otros sistemas, internos o externos, que refuerzan la seguridad.
En cuanto a los tipos de cerraduras, podemos distinguir entre dos. Las cerraduras de embutir o empotradas, se denominan así porque se encajan en el interior de la puerta y solo dejan a la vista el lugar donde se mete la llave. También están las cerraduras de superficie, comúnmente denominadas cerrojos, que se colocan en la parte interior de la puerta y son mucho más fáciles de colocar. Normalmente, esta opción se recomienda como segunda cerradura, para dificultar aún más que alguien pueda entrar sin permiso.
Los tipos de cerraduras de seguridad se clasifican por los puntos de anclaje que tienen una vez instaladas. Las más básicas son las cerraduras monopunto, seguidas de las multipunto, que cuentan al menos con 3 puntos de anclaje a la puerta. Además, hay otros elementos de seguridad que refuerzan el cierre.
Cuál es la cerradura más segura
Evidentemente, cuantos más elementos de seguridad incorpore una cerradura, más segura se puede considerar. No obstante, una cerradura es segura cuando se adapta perfectamente al tipo de puerta que tenemos, por lo que no se puede hablar de una sola como la cerradura más segura. Debemos conocer nuestra puerta para identificar el sistema que más nos convenga. Un ejemplo: si contamos con una puerta de madera que tiene muchos años, lo mejor será colocar una cerradura de superficie. Eso si, que cuente con un sistema reforzado para que un ladrón no sea capaz de abrirla fácilmente.
Lo recomendable es elegir una cerradura con más de un punto de anclaje, que incorpore elementos contra las técnicas de apertura más habituales, como el tristemente conocido bumping, método que usan los cerrajeros profesionales para ayudar a quienes se han quedado fuera de casa sin la llave, pero que los ladrones han logrado incorporar a su “trabajo”.
En cuanto al precio, cuanto más avanzada sea una cerradura mayor serátambién este. Aunque no hay que pensar que lo mejor es comprar la cerradura más cara que encontremos solo porque es la mejor. De hecho, puede que estemos gastando de más sin que ello suponga una mejora en nuestra seguridad. A veces es más recomendable comprar dos cerraduras de precio medio que una excesivamente cara. Recuerda: cuantos más puntos de anclaje tenga la puerta, mejor. Y si encima hay que atender diferentes puntos de apertura, un ladrón pasará de largo sin siquiera intentar abrir la puerta.
Si todavía tienes dudas o necesitas asesoramiento sobre cerraduras, estaremos encantados de atenderte.
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