Ante el peligro de la okupación, te proponemos tres acciones preventivas que servirán para evitar en gran medida el acceso no autorizado a las viviendas.
Cilindro de seguridad antibumping
Gran parte de las viviendas en España (el 80% aprox) tienen instaladas cerraduras obsoletas o de un nivel de seguridad tan bajo que pueden ser abiertas de forma silenciosa, sin levantar sospechas y en menos de 1 minuto. Esto hace que sea muy sencillo el acceso a las viviendas por parte de los okupas y el inmediato cambio de cerradura. Métodos de robo como el bumping o el impresioning permiten este tipo de acceso inmediato y sigiloso.
La actualización de la cerradura por una actual de alta seguridad obliga al okupa a utilizar la fuerza y herramientas complejas para acceder a la vivienda. No es imposible el acceso, pero sí que resulta bastante más complicado. Además, los vecinos podrían alertarse y ayudarnos a poner remedio al problema cuanto antes.
Cerrojo adicional
Si es el caso de una puerta blindada (las acorazadas no lo requieren), existe la posibilidad de instalar un cerrojo adicional a la cerradura principal de la puerta con la misma o distinta llave y también con las últimas tecnologías en seguridad.
Esta opción aumenta considerablemente la seguridad y, por tanto, el tiempo y esfuerzo necesarios para acceder a las viviendas. El mero hecho de encontrar dos llaves en la puerta ya disuade del intento de acceso.
Puerta acorazada de calidad
Según Vicente Camarasa Cerrajeros, colocar una puerta acorazada (mínimo de grado 3) con una cerradura acorde al nivel de seguridad, es la solución más recomendable. Es fundamental que este tipo de soluciones antirrobo sean instaladas por un profesional con amplia experiencia en la materia, con el fin de sacarle al máximo partido para evitar la okupación ilegal de viviendas.
La okupación de viviendas en España supone un grave problema que los expertos en cerrajería aseguran se podría evitar en gran medida. Existen mafias organizadas que acceden a viviendas de manera ilegal con el fin de ofrecerlas posteriormente a cambio de un pago en metálico, o incluso, de un «alquiler» mensual. La desprotección actual es notable y según Camarasa se evitaría la mayor parte del riesgo aumentando la seguridad en el acceso principal de las viviendas.
Fuente: Comunicae