El de la cerrajería es un sector que acompaña al ser humano hace siglos. Su principal razón de existencia es la cerradura, de modo que ese debe ser su principal foco de atención, conocer a fondo las cerraduras e innovar en estos dispositivos.
Por norma general, las cerraduras son mecanismos metálicos que al ser instalados en compuertas permiten un control de acceso al que solo se puede entrar a través de una llave, impidiendo el paso a cualquier individuo no autorizado. Así se establece un sistema de seguridad para cualquier cosa que se encuentre dentro.
Para conocer más a fondo el trabajo de los cerrajeros debemos profundizar en los diferentes tipos, y eso hacemos a continuación.
Funcionamiento de la llave y tipos de cerraduras
La llave es el elemento que permite el acceso al interior y traspasar la cerradura. La llave accede hasta la cerradura accionando un grupo de tambores y pines que se encuentran a diferentes alturas. Si la llave encaja con cada uno de estos pines, la cerradura puede ser girada y accionada.
Así funcionan la mayoría de cerraduras, si bien existen otras con un funcionamiento parecido pero no similar. Ese es el caso de las cerraduras de seguridad, donde el sistema es mucho mas intenso y la llave no se ajusta a un grupo de pines, sino que pasa por una pequeña ranura con una figura y la llave pasa por esa ranura para accionar la cerradura.
Las cerraduras electrónicas para alta seguridad
El más complejo y seguro de los sistemas de cerradura es el de las cerraduras electrónicas. Estos elementos presentan diferentes modos de accionado, unos más seguros que otros. El más común es el que requiere de un código de seguridad en un teclado electrónico para abrir la cerradura.
Las cerraduras electrónicas biométricas, más seguras aún, se basan en patrones biológicos únicos e irrepetibles, para poder ser desbloqueadas. Así funcionan los sistemas de reconocimiento facial, de iris, o de huellas digitales.