Un escudo protector es una pieza metálica que se coloca en el exterior de la puerta y que tiene como misión reforzar la seguridad del bombín, una de las partes fundamentales del sistema de cerramiento de la puerta.
Antes de conocer los diferentes escudos protectores, es importante saber cuáles son los métodos que pueden forzar el bombín.
Bumping
También conocido como ganzuado del bombín, se consigue su apertura manipulando el bloqueo interno, con llaves especiales que no dañan el bombín. Es habitual para abrir cerraduras sencillas.
Fresado
Método más violento que consiste en taladrar el bombín y romper el sistema interior que bloquea la apertura.
Extracción
En este método, se extrae el bombín sin necesidad de que sobresalga de la estructura. Los ladrones utilizan herramientas típicas de cerrajeros para abrir puertas mediante este sistema.
Rotura
Consiste en romper el bombín cuando está expuesto y sobresale, ya que puede ser sostenido con herramientas especiales.
Ante estos modos de forzar la seguridad de las puertas, se pueden instalar los siguientes escudos protectores.
Escudo magnético
Es un escudo protector muy seguro, está cerrado con una tapa extra que evita que el bombín sea visible. Se abre con una llave magnética única y no permite el desplazamiento de la llave al estar oculto. Protege incluso contra el ganzuado del bombín.
Escudo semicerrado
Aporta seguridad a la parte frontal impidiendo la extracción del bombín, pero no protege frente a medios como el fresado.
Escudo abierto
Deja el escudo protector visible en su perfil y rodea el bombín ofreciendo protección únicamente contra roturas, impidiendo que pueda sujetarse para romperse.
Escudo cerrado
Es un escudo protector que cubre toda la parte frontal excepto la zona para insertar la llave. El bombín queda protegido y no es posible forzarlo con un taladro, aunque sí utilizando el método bumping o el ganzuado.